No. No necesitas instalar suelo radiante en el hogar
No vamos a negarlo. Está claro que instalar suelo radiante en el hogar parece el último grito en calefacción. Todos hablan de lo maravilloso que es, de cómo calienta de manera uniforme y de lo cómodo que resulta no depender de radiadores voluminosos. Pero antes de lanzarte a la instalación de este sistema, vale la pena preguntarse: ¿realmente lo necesitas? La respuesta corta es que seguramente no. Vamos a verlo.
No queremos quitarle méritos al suelo radiante porque sí, tiene ventajas. Pero también tiene inconvenientes que muchas veces no se mencionan. Y cuando evalúas el conjunto, puede que la inversión, el tiempo de instalación y el mantenimiento no compensen tanto como crees. Al menos, no en todos los casos. Por ello, lo primero y más importante siempre será analizar uno a uno.
Por si estás pensando si apostar por esta modalidad de calefacción o no, por aquí te dejamos un post en el que analizamos las ventajas del suelo radiante. Te lo recomendamos porque, hay que aceptarlo, no son pocos los beneficios que ofrece.
¿Por qué instalar suelo radiante en el hogar no es imprescindible?
A continuación, nos gustaría centrarnos en la parte opuesta a las ventajas. Es decir que, sin llegar a criticar por criticar, vamos a explicarte por qué instalar suelo radiante en el hogar puede que no sea lo que necesitas.
El coste inicial es alto
Si te lo estás planteando, prepárate para un gasto considerable. No solo se trata del sistema en sí, sino también de la obra que implica levantar el suelo para colocarlo. A menos que estés en plena reforma integral, el coste y la incomodidad de la instalación pueden hacer que te lo pienses dos veces.
La instalar suelo radiante en el hogar no es tan sencilla como parece
No es algo que se instale en un par de días. Requiere planificación, cambios en la estructura del suelo y un tiempo considerable de trabajo. Si te gusta la idea de vivir semanas (o meses) entre polvo y operarios, adelante. Pero si prefieres algo más rápido y menos invasivo, tal vez sea mejor buscar alternativas.
No calienta tan rápido como crees
Una de las grandes desventajas del suelo radiante es que su calentamiento es progresivo. No es como encender un radiador y sentir calor casi de inmediato. En los días más fríos, tendrás que anticiparte y programarlo con tiempo para no pasar frío mientras esperas a que haga efecto. Por eso, en no pocas ocasiones, lo ideal es mantenerlo funcionando de forma constante (o creando rutinas de programación). ¿Está tu casa y tu bolsillo preparados para ello?
¿Realmente necesitas calor uniforme?
Una de las grandes promesas de instalar suelo radiante en el hogar es su distribución uniforme del calor. Pero seamos realistas: en muchas casas, la diferencia de temperatura entre una habitación y otra no es tan drástica. Y con los sistemas de calefacción actuales, puedes lograr un confort térmico más que suficiente sin la necesidad de hacer una instalación tan compleja.
Existen alternativas más económicas y eficientes
Llegamos aquí a lo realmente fundamental. Entre radiadores modernos de bajo consumo, bombas de calor y sistemas de climatización eficientes, hay muchas opciones para mantener tu casa caliente sin necesidad de cambiar el suelo por completo. A veces, lo más sencillo sigue siendo lo mejor.
Conclusión: piensa antes de instalarlo
A nuestro modo de ver, instalar suelo radiante en el hogar puede ser una buena opción en ciertos casos, pero no es imprescindible ni la única forma de calentar tu hogar. Antes de decidirte, sopesa bien los costes, el tiempo de instalación y si realmente necesitas lo que ofrece. Porque, a veces, la solución más práctica es la que ya tienes a mano.