Consejos para elegir el color de las paredes interiores de tu vivienda
Tanto si has construido una vivienda como si has reformado una existente, cuando finalizan las obras, llega una de las fases más ilusionantes y motivadoras para los propietarios: decidir cómo decorar el interior para conseguir ese ambiente de hogar deseado. Y dentro de todas las decisiones que deben tomarse, la elección del color de las paredes interiores es una de las más importantes y complejas. ¿Tienes claro cómo pintar tu casa? Si no es así, no te pierdas estos consejos que te damos y que pueden ayudarte si aún no te has decantado por ninguna opción.
Esto te ayudará a elegir el color de las paredes interiores.
Elegir el color adecuado para las paredes interiores de tu vivienda puede parecer una tarea sencilla, pero en realidad, implica considerar varios factores para asegurarte de que el resultado final sea armonioso y acorde con tus gustos y necesidades. Aquí tienes algunos consejos clave para ayudarte en este proceso:
1. Considera el tamaño y la luminosidad de cada estancia:
El tamaño de la habitación y la cantidad de luz natural que recibe son aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de elegir el color de las paredes interiores. Los colores claros, como los blancos, beiges y arenas pueden hacer que los espacios pequeños parezcan más grandes y luminosos. Por el contrario, los colores oscuros como verdes, azules o grises, pueden hacer que una habitación grande se sienta más acogedora y cálida, aunque restan luminosidad.
2. Piensa en el ambiente que quieres crear:
Cada color tiene una psicología detrás que puede influir en el ambiente de una habitación. Por ejemplo, los tonos azules y verdes son relajantes y funcionan bien en dormitorios o salas de estar donde buscas crear un ambiente tranquilo. Los rojos y naranjas son colores enérgicos, ideales para áreas de actividad como la cocina o el comedor. Los neutros, como el beige y el blanco, son versátiles y crean un fondo perfecto para cualquier estilo de decoración.
3.- No pintes sin tener claras algunas piezas de mobiliario:
Es esencial que el color de las paredes interiores complemente el mobiliario y la decoración existentes. Si tus muebles son de colores neutros, tienes más libertad para experimentar con colores más vibrantes en las paredes. Si tus muebles son de colores fuertes o tienen patrones llamativos, es mejor optar por colores de pared más sutiles para evitar una sobrecarga visual. Por eso, es importante que tengas algunos muebles elegidos, sobre todo piezas pesadas como el sofá o el mobiliario de cocina.
4. Usa la regla del 60-30-10:
La regla del 60-30-10 es una fórmula clásica de diseño de interiores que puede ayudarte a equilibrar los colores en una habitación. Según esta regla, el 60% del color debe ser el dominante (las paredes), el 30% debe ser el color secundario (muebles y textiles) y el 10% debe ser el color de acento (accesorios y detalles decorativos). Esto asegura una composición equilibrada y visualmente atractiva.
5. No olvides que también hay que pintar el techo:
El techo es una superficie importante que a menudo se pasa por alto. Pintarlo de un color diferente al blanco puede añadir carácter y dinamismo a una habitación. Un techo oscuro puede hacer que una habitación grande se sienta más acogedora, mientras que un techo claro puede ayudar a elevar visualmente un espacio pequeño. Y aunque es cierto que el blanco sigue siendo el tono más elegido, optar por otro color es una posibilidad que deberías valorar si estás pintando tu casa nueva.
6. Valora el uso que das a cada estancia:
Piensa en cómo vas a utilizar cada habitación y elige colores que sean funcionales para su propósito. Por ejemplo, los colores calmantes son ideales para un estudio o una oficina en casa, mientras que los colores alegres y vibrantes pueden funcionar bien en la cocina o una sala de estar orientada a albergar reuniones familiares o con amigos.
7.- Confía en tu intuición:
Finalmente, recuerda que el color de las paredes interiores de tu casa debe reflejar tu personalidad y preferencias. No tengas miedo de confiar en tu intuición y elegir los colores que realmente te gustan, ya que tu hogar debe ser un espacio en el que te sientas cómodo y feliz. Eso sí, no olvides que las paredes son superficies muy extensas y, pintadas en según qué tonos, puede llegar a cansarte o agobiarte. Valora bien dentro de tus preferencias.